La pugna por el poder en Sudán aproxima al país a una guerra civil

El general Dagalo de las FAR en 2020. Imagen: Peoples Dispatch.

  • El choque armado entre el ejército y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido cumple hoy una semana
  • Cerca de 400 civiles han fallecido hasta el momento a causa de los combates

El pasado sábado 15 de abril, el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) inició un conflicto armado contra el ejército sudanés, dirigido por el presidente del Consejo de Soberanía de Transición, Abdelfatah al Burhan.

Sudán lleva inmerso en un proceso de transición democrática desde 2019, tras el derrocamiento del dirigente militar Omar al Bashir. En octubre de 2021, un autogolpe de al Burhan puso fin al gobierno de transición e impidió la celebración de elecciones previstas para 2022. En enero de este año el proceso de transición se retomó, pero la falta de acuerdo con las FAR para la creación de un ejército unificado impidió su éxito.

Las FAR son una organización paramilitar de carácter tribal que, durante las últimas crisis en el país, ha amasado una gran fortuna y se ha convertido en uno de los actores políticos y militares más relevantes de Sudán. Su líder, Mohamed Hamdan Dagalo, participó en el golpe de Estado de al Burhan en 2021 y se convirtió en el vicepresidente del país. Desde entonces, Dagalo se ha distanciado de tal actuación hasta considerarla, en febrero de este año, un error.

Ahora, las FAR han iniciado un choque armado con el ejército sudanés en la capital, Jartum, y en otras grandes ciudades del país. El conflicto ha escalado con velocidad: las cifras de fallecidos superan los 400, la mayoría de ellos civiles, y se está empleando armamento pesado y aviación para bombardear las ciudades. Las FAR tratan ahora de reestablecer a al Bashir en el poder y señalan que se están enfrentando al islamismo radical de al Burhan, quien, en realidad, legisló a favor de una mayor libertad social y religiosa tras el triunfo de la Revolución sudanesa de 2019.

 

En el plano internacional

Sudán es una región de gran importancia internacional por sus amplias reservas de oro y su localización estratégica en el Cuerno de África. Es por ello que las FAR cuentan con el apoyo de Rusia, a través de la empresa de mercenarios del Grupo Wagner, muy cercana al Kremlin.

Tanto la Organización de las Naciones Unidas como la Unión Africana y la Liga Árabe, entre otros, han exigido ya el cese inmediato de las hostilidades. Sin embargo, todos los intentos de alto el fuego han resultado poco exitosos debido, en buena parte, a la rigidez de Dagalo.

España, al igual que otros países de la Unión Europea, ya ha enviado dos aviones de transporte del ejército del aire a Yibuti, país vecino de Sudán, para evacuar desde allí a 80 ciudadanos españoles, europeos y latinoamericanos atrapados en los enfrentamientos. Estados Unidos también ha anunciado la evacuación de su embajada.

 

Tanto los paramilitares como el ejército aseguran controlar varios puntos clave de la capital del país, Jartum, en la que viven más de dos millones de personas y cuyos suministros de agua y alimentos comienzan a escasear. En caso de que el conflicto continúe, es muy posible que se alargue hacia una guerra civil debido a la paridad de fuerzas entre ambos bandos.

 

Pável Carballido. Jefe de internacional.

“Lo más revolucionario que una persona puede hacer es decir siempre en voz alta lo que realmente está ocurriendo”. Rosa Luxemburgo

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