La Tierra no se ha frenado, pero el núcleo ha disminuido su velocidad levemente

La Tierra, la Luna y el planeta enano Ceres, por orden de tamaños. Imagen: CWitte.

  • Los términos utilizados por la revista Nature Geoscience y los cambios en el sistema de referencia generaron confusión
  • El cambio de la velocidad del núcleo no es un nuevo hallazgo y apenas provoca cambios de milésimas de segundos en la duración de los días

La revista Nature Geoscience publicó un artículo científico sobre la velocidad de giro del núcleo terrestre el pasado lunes 23 de enero. Los investigadores Yi Yang y Xiaodong Song, del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín, concluyeron que la celeridad se había reducido con respecto al manto terrestre.

El planeta Tierra está compuesto por tres capas fundamentales, desde la más cercana a la superficie a la más interna: corteza, manto y núcleo.

Las ondas producidas por seísmos en las islas de Sandwich del Sur, situadas cerca de Argentina, permiten calcular de forma aproximada la velocidad de rotación tanto del manto como del núcleo terrestre. Así pues, los científicos registraron los datos de esas dos velocidades, las cuales han fluctuado a lo largo de los años, siendo algunas veces similares y otras veces una más rápida que otra.

En el nuevo artículo, Yi Yang y Xiaodong Song certificaron que la velocidad del núcleo con respecto al manto había empezado a disminuir desde 2009, de tal manera que ambas se estaban acompasando. Sin embargo, el uso de términos en el abstract como “el núcleo interno se ha detenido” o “retroceso gradual” han generado un cúmulo de desinformación reproducida por otros medios (revista Nature Geoscience o El País).

Los posteriores artículos dieron a entender que el núcleo se había parado o que este rota en sentido contrario al resto de capas, es decir, de este a oeste.

 

El sistema de referencia: la clave de la desinformación
En realidad, el núcleo ni se para ni gira en sentido contrario. Todo depende del sistema de referencia, que se refiere al punto desde el cual se observa una acción y que se utiliza para determinar si un cuerpo se mueve o no. Por tanto, solo se puede hablar de velocidades relativas.

Por ejemplo, si varias personas están sentadas en un autobús en marcha y el sistema de referencia se ubica dentro del vehículo, se podría determinar que los pasajeros están quietos y no cambian de posición. Por el contrario, desde el punto de vista de la calle, tanto el autobús como los individuos que van dentro de él están cambiando de posición.

Esta simplificación se puede aplicar al movimiento rotatorio de las capas de la Tierra: si la velocidad del manto y del núcleo se sincronizan, puede parecer que el núcleo está parado. No obstante, las conclusiones desde la corteza terrestre, donde habitan los seres humanos, son diferentes: el movimiento no se ha detenido.

De igual forma ocurre cuando se habla de un cambio en el sentido de giro de rotación del núcleo. Desde el manto, esa desaceleración da la sensación de retroceso.

Cuando se adopta el punto de vista de la corteza terrestre, el planteamiento es distinto: el núcleo no ha variado su movimiento, pero la capa más externa gira más rápido que la más interna. El geólogo Nahúm Méndez Chazarra reutilizó de nuevo el símil del autobús:

Todo es cuestión del sistema de referencia, que el artículo situó en el manto, pero que, al popularizarse, diversos medios lo extrapolaron también a la corteza.

 

Cambios ínfimos en el mundo real
Las alteraciones de las velocidades entre capas pueden afectar a la duración de los días o al efecto del campo gravitatorio. Sin embargo, los efectos son ínfimos fuera del ámbito de la investigación, puesto que la variación ha sido de en torno a un milisegundo menos con respecto a 1970, año en el que también se estudió este fenómeno.

Además, el artículo científico, que complementa otros estudios anteriores, aporta un conocimiento que puede contener algún error en los cálculos por la dificultad de medición.

El propio Instituto de Geociencias de España (IGEO) remarcó en su cuenta de Twitter la necesidad de tener en cuenta las anomalías de la intensidad del campo magnético en el Atlántico Sur, donde se encuentran las Islas Sandwich del Sur.

 


Venancio Sánchez-Cambronero. Jefe de redacción adjunto.

“El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a esconderse”. Ryszard Kapuściński

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