El Congreso aprueba la ley trans con el apoyo del PSOE, pero con la abstención de Carmen Calvo



La ministra de Igualdad, Irene Montero, celebrando la aprobación del proyecto de ley trans junto a colectivos trans.

  • Los votos a favor fueron 188, en contra 150 y 7 abstenciones
  • El texto normativo continuará su tramitación y será remitida al Senado

El Congreso de los Diputados dio luz verde ayer, jueves 22 de diciembre, al Proyecto de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, cuyo principal contenido es el reconocimiento de la autodeterminación de género. La Cámara Baja emitió un total de 188 votos a favor, 150 en contra y 7 abstenciones (entre ellas la de la exvicepresidenta Carmen Calvo). Para continuar con su tramitación, el texto será enviado al Senado.

El respaldo vino por parte de los dos socios, el Partido Socialista (PSOE) y Unidas Podemos. Sin embargo, la líder del sector más crítico al proyecto, la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, rompió la disciplina de su partido y se abstuvo. La oposición, por su parte, estuvo formada por el Partido Popular (PP) y Vox.

El Ejecutivo ha cumplido uno de sus objetivos: aprobar la norma en la Cámara Baja antes del fin de 2022. Y todo a pesar de los meses de debates, peleas internas y la oposición no solo de las derechas, sino también de un sector del movimiento feminista.

Por esto, la sesión del pasado jueves acabó con la dura batalla política que ha hecho capitular a los socialistas ante la insistencia del Ministerio de Igualdad, encabezado por Irene Montero.

La abstención
La actual diputada del PSOE, Carmen Calvo, constituyó una de las siete abstenciones en la votación del jueves para la aprobación de la ley trans. A finales de noviembre señaló: “Tal y como está, mi partido no puede asumir el texto sin enmendar”. Los socialistas terminaron por perder el pulso contra la formación morada.

La principal enmienda del PSOE planteó la autorización de un juez en el cambio de sexo registral en los menores de 16 años, pero no salió adelante.

A pesar de todo, la diputada subrayó que su negativa no coincide con la de las derechas, “que no están nunca para proteger a estos colectivos”, sino que está “de acuerdo con que exista una ley, pero no esta ley”. Asimismo, y en relación a la ruptura de la disciplina de su partido, añadió: “Asumo las consecuencias de mis actos, siempre”.

La Ley Trans: ¿qué supone?
La ley trans deja de considerar la transexualidad como una patología y reconoce la autodeterminación de género. De esta manera, las personas trans podrán, simplemente declarándolo, cambiar su sexo en el Registro Civil sin que se les exijan informes médicos o psicológicos, ni dos años mínimos de hormonación. La normativa actual sí que recoge todas estas condiciones.

Pero hay matices. Solo a partir de los 16 años se permite la autodeterminación; por debajo de esa edad, hay requisitos. Entre los 14 y los 16 se exige el permiso de las personas responsables del menor y, en caso de no obtenerse, se cuenta con el recurso de un defensor judicial. Entre los 12 y los 14 años es necesario el aval del juez. Por último, bajo el umbral de los 12, la vía jurídica de cambio de sexo no está abierta, pero los menores trans tienen derecho a que se les trate acorde a su identidad y su nuevo nombre en los centros escolares.

Uno de los detalles más polémicos del texto es el tema de la reversibilidad. Para recuperar el sexo anterior al cambio, el texto establece que las dos primeras veces solo requieren la voluntad, pero en la tercera se deberá presentar una solicitud a un Juzgado de Primera Instancia que resolverá sobre la concesión o denegación de la aprobación judicial.

Por otro lado, con la entrada en vigor de la norma se considerará una falta administrativa muy grave, con multas de hasta 150.000 euros, la “promoción o la práctica de métodos, programas o terapias de aversión, conversión o contracondicionamiento, ya sean psicológicos, físicos o mediante fármacos, que tengan por finalidad modificar la orientación sexual, la identidad sexual, o la expresión de género de las personas, con independencia del consentimiento que pudieran haber prestado las mismas o sus representantes legales”.

Los dos feminismos
El movimiento feminista sufre la mayor fractura de la historia por las dos posiciones enfrentadas en consecuencia de esta nueva normativa. El 8 de marzo, Día de la Mujer, y el 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia Machista, el feminismo caminó en bloques separados.

En la segunda de las marchas Madrid fue el núcleo de la ruptura, con pancartas que exigían la dimisión de la ministra Irene Montero añadiendo a los argumentos la rebaja en las penas por la entrada en vigor de la ley del “solo sí es sí”.

Una de las plataformas más destacadas del feminismo posicionado en contra de la ley trans es Contra el Borrado de las Mujeres, que nació precisamente con este objetivo. De este grupo forman parte figuras históricas del movimiento, y la propia Carmen Calvo. Según su teoría, la libre autodeterminación de género resultará en “el borrado jurídico de las mujeres”.
 
 

Lucía Ayuso. Redactora.

«¿La muerte del periodismo? ¡Cuidado! ¡Es la muerte de la democracia!». Arcadi Espada

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