Irán sufre una oleada de protestas por la muerte de una joven en dependencias policiales
Cartel con el rostro pisoteado del presidente iraní, Ebrahim Raisi. Imagen: Lifegate.
- La joven Mahsa Amini murió bajo custodia policial tras ser detenida por llevar mal colocado el velo
- Las protestas en repulsa a su muerte están sacudiendo a la república islámica
Desde hace una semana Irán vive una oleada de protestas que comenzaron en su capital, Teherán, por la muerte de Amini y no tardaron en extenderse por todo el país. La joven, de 22 años y de origen kurdo-iraní, fue detenida por la policía de la moral (Gasht-e Ershad) el pasado viernes 16 de septiembre por llevar mal colocado el hiyab. Tras llevársela a dependencias policiales, las autoridades iraníes informaron de que había muerto a causa de un paro cardiaco. Después de ver el cuerpo, su familia denunció que presentaba marcas de malos tratos.
Esta muerte ha sacudido al país y desatado protestas de una magnitud que no se había visto en Irán desde 2020, durante la llamada Primavera Persa, que hizo tambalearse al régimen de los ayatolás y dejó cientos de muertos.

El rostro de Amini apareció en la portada de varios periódicos iraníes tras su muerte. Imagen: Monitor de Oriente
Las movilizaciones están siendo en su mayoría pacíficas, aunque altamente desafiantes, con mujeres cortándose el pelo y quemas de velos y de carteles con la cara del primer ayatolá Ruholá Jomeiní y del segundo y actual, Alí Jamenei. En el Kurdistán iraní, de donde procedía Amini, las manifestaciones presentan un mayor grado de violencia.
La república islámica ha reconocido, hasta el momento, 26 fallecidos en las protestas. La ONG Iran Human Rights, por su parte, eleva la cifra de civiles muertos hasta más de 50.
Los manifestantes no tienen un líder claro y sus reivindicaciones son muy variadas, pero entre todas ellas se puede encontrar un punto común: el rechazo al mandato de los ayatolás y la lucha por la flexibilización o supresión de las leyes religiosas que rigen el país, especialmente de aquellas que afectan a las mujeres. Frente a estas protestas, también se han organizado multitudinarias movilizaciones en favor del Gobierno iraní.
El ejército ya ha anunciado que está listo para actuar en caso de disturbios, una tarea que generalmente queda reservada para los Guardianes de la Revolución, esto es un buen indicativo del nivel de tensión que se está alcanzando en algunas zonas del país.
Mientras tanto, el Gobierno de Irán apunta al ″enemigo extranjero″ como culpable de las movilizaciones y amenaza con acusar de sedición a los manifestantes. Ebrahim Raisi, presidente de la república islámica, señaló que en el país hay libertad de expresión, pero que no se puede confundir manifestarse con hacer vandalismo. Raisi también criticó el ″doble rasero″ ejercido por la comunidad internacional contra su país: ″Cuando estos incidentes ocurren en todo el mundo, hay que aplicarles el mismo rasero. ¿Por qué no pedir exactamente lo mismo para quienes pierden la vida a manos de las fuerzas del orden y otros agentes en todo Occidente, Europa, Norteamérica o Estados Unidos de América?″.
ONU Mujeres ya ha expresado su preocupación por lo ocurrido y solicitado una investigación imparcial y realizada por una autoridad independiente para llegar hasta el fondo del asunto.
Por el momento, Irán ha limitado el uso de internet para tratar de mantener la situación bajo control y sus gobernantes, enrocados en la amenaza del enemigo exterior, no parecen estar dispuestos a ceder fácilmente a las demandas de los manifestantes.
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