El Gobierno, en búsqueda de nuevos apoyos para la reforma laboral tras la negativa del nacionalismo

Votación en la Cámara Baja el pasado 25 de enero. Imagen: Congreso de los Diputados. 

  • Ciudadanos dará su apoyo a la nueva normativa «si no se modifica nada», tras la reunión de Arrimadas para aliarse con la patronal
  • El PNV y ERC se opondrán si no se priman los convenios autonómicos sobre los estatales y provinciales
  • Pedro Sánchez anuncia que el acuerdo ya es inamovible, a pesar del descontento de Unidas Podemos

El próximo 3 de febrero se votará en el Congreso de los Diputados la convalidación de la reforma laboral y sus apoyos para entonces siguen siendo inciertos. Los partidos nacionalistas (PNV, ERC, o EH Bildu), así como Más País – los habituales socios del Gobierno -, siguen instalados en el «no» al proyecto, argumentando una escasa negociación con ellos. Ante esto, entra en juego el apoyo de Ciudadanos, que ya reclamó Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

La reunión de Arrimadas con el líder de la patronal – que tiene en su contra a los sectores más conservadores dentro de la propia organización – apunta a que Ciudadanos dará su voto a favor “con la condición de que nada cambie”. Y así, según las declaraciones de Pedro Sánchez, cuya intención es “respetar el acuerdo con los agentes sociales”, el voto de los naranjas está cada vez más cerca, a pesar del descontento de Unidas Podemos por no seguir negociando con el bloque de la investidura.

Los dos votos de Unión por el Pueblo Navarro (UPN), un partido afín al PP desde su llegada a Madrid y muy crítico con el Gobierno de Pedro Sánchez, podrían ser determinantes. Su posición se mantiene aún en duda después de que su presidente, Javier Esparza, hablara de un posible apoyo a la normativa laboral en la última reunión del partido.

Isabel Rodríguez, ministra portavoz del Gobierno, advirtió el pasado martes 25 de enero a sus socios habituales que oponerse a la reforma significa ir contra las condiciones laborales de los trabajadores: “Lo que está en juego en la votación es decir sí o no a que los trabajadores subcontratados puedan cobrar hasta 12.000 euros más”. A su vez, ERC avisa a Sánchez de consecuencias si no negocia con ellos una modificación de la reforma.

No obstante, Pedro Sánchez sigue manteniendo su alegato ante el escenario que plantea el nacionalismo. «El Gobierno defiende el apoyo al acuerdo en su integridad», explicó la ministra portavoz en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del pasado martes. Sin embargo, Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, junto con el bloque de Unidas Podemos, lamenta que no se pueda negociar las exigencias de ERC, EH Bildu y el PNV para primar los convenios autonómicos sobre los estatales y provinciales.

El acuerdo, tramitado ya como real decreto-ley tras su aprobación en el último Consejo de Ministros del año pasado, parece ser inamovible, cerrado a cambios o a tramitarse como proyecto de ley. Esto agrada a la presidencia de la CEOE para su acuerdo con Ciudadanos, que, si finalmente nada cambia, daría su apoyo a la nueva normativa laboral del Gobierno el próximo 3 de febrero.

Por su parte, Jaume Asens, presidente parlamentario de Unidas Podemos, ha expresado el “lamento” de su grupo ante la opción a la que el sector socialista del Gobierno acude cuando los socios de investidura se oponen en leyes importantes: las esporádicas alianzas con Ciudadanos.

Para Asens, el pacto con Ciudadanos “podría ser un riesgo” para el resto de la legislatura ya que el acuerdo está contraindicado con ERC, PNV y los otros partidos del bloque de la investidura. Pero el Gobierno ya ha decidido establecer lo pactado con los agentes sociales y Yolanda Díaz se queda sin opción de su esperada, pero ya imposible negociación. Desde el Congreso, el presidente de Unidas Podemos también presionó a ERC para que entienda que la reforma cuenta con “algo tan valorable para la izquierda como la firma de los sindicatos”.

Lo que está claro es que todo sigue siendo incierto de cara a la sesión parlamentaria del día 3, donde se verá las actuaciones de partidos determinantes para la convalidación de la reforma: los cuatros votos del PdeCAT, los dos de Más País, el de Compromís y la clave, la abstención o el voto afirmativo de UPN. Otros escenarios, mucho más complejos, son descartados por ahora desde el Gobierno.

 

Los avances de la reforma laboral, en juego
La oposición de la derecha y el nacionalismo a la nueva normativa acordada por el Gobierno, sindicatos y patronal pone en riesgo las medidas en favor de los trabajadores del país. Una reforma de la Ley del Partido Popular de 2012, que trata de poner freno a la contratación temporal -así como exigía la Unión Europea después de que la última encuesta de Población Activa española situara la eventualidad en un 26,02 %- con la apuesta por el contrato fijo-discontinuo y otras medidas como la restricción a los abusos de las subcontratas, el apoyo a los mecanismos para evitar despidos o la flexibilidad para empresas en crisis. 

 

Ismael Castaño. Redactor.

“Nuestras convicciones más arraigadas, más indubitables, son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra prisión”. José Ortega y Gasset

Comentarios