La izquierda de Boric vence las elecciones chilenas
Gabriel Boric con una bandera chilena. Imagen: Redpres.com.
- Gabriel Boric se convierte en el presidente más joven y más votado de la historia de Chile
- Su rival, el ultraconservador José Antonio Kast, obtuvo el 44,2 % de los votos en esta segunda vuelta
El pasado domingo 19 de diciembre tuvo lugar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile. El ganador, con el 56,8% de los votos, fue Gabriel Boric, líder de la coalicion izquierdista Apruebo Dignidad. Su rival era José Antonio Kast, candidato y fundador del Partido Republicano, a favor de la continuidad de las políticas de Pinochet y las medidas económicas neoliberales.
El nuevo presidente de Chile, quien a sus 35 años se ha convertido en uno de los dirigentes más jóvenes del mundo, fue un reconocido líder estudiantil durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, en 2011. En su momento alcanzó el cargo de presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. En 2013 fue elegido diputado con una candidatura independiente y, en la actualidad, ha sido uno de los grandes impulsores de la apertura del proceso constituyente que está en curso en el país.
Apruebo Dignidad, la formación del vencedor, está integrada, a su vez, por otras dos coaliciones políticas: Frente Amplio y Chile Digno. Frente Amplio está constituido por Convergencia Social, el partido de Boric, y otras organizaciones de carácter socialista democrático. Por otra parte, Chile Digno lo forman el Partido Comunista Chileno, el Partido Igualdad y la Federación Regionalista Verde Social, mostrando esta coalición algo más de cercanía al allendismo (una rama del socialismo que se basa en el pensamiento de Salvador Allende).
A pesar de sus diferencias, el gran punto de unión de todas estas organizaciones es el rechazo a la figura del dictador Augusto Pinochet, así como a las políticas neoliberales que causaron en el país las multitudinarias protestas de 2019.
Este proceso electoral tiene una gran importancia, ya que se produjo en un Chile que hacía tan sólo dos años había vivido uno de los mayores estallidos sociales de su historia. Las elecciones del domingo fueron las encargadas de demostrar si esta reacción contra el Gobierno derechista en la calles se veía también en las urnas o si, por el contrario, se optaba por el continuismo.
Además, una de las consecuencias de esas protestas fue la aprobación en referéndum (con un 78,3 % de los votos) de la formación de una Convención Constitucional. Desde 2020 lleva en marcha en Chile un proceso constituyente que tiene como objetivo derogar la antigua constitución del país, promulgada por Pinochet durante la dictadura, y redactar una nueva carta magna. Una nueva constitución que, ahora se sabe, será redactará durante el gobierno de Gabriel Boric.
El nuevo presidente tiene por bandera la lucha por la creación de un sistema de salud y de pensiones completamente público, así como la expansión de los derechos sociales y la apuesta por la «responsabilidad fiscal» con una reforma que tratará de aumentar la recaudación.
Pese a la polarización y la tensión política que existe en el país, las reacciones nacionales e internacionales parecen apuntar a un futuro de estabilización para Chile. José Antonio Kast, el candidato de la ultraderecha y gran rival de Boric, felicitó al nuevo presidente en el mismo instante en el que se conocieron los resultados, y la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, ha felicitado al ganador y reconocido su victoria limpia.
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