La huelga del metal de Cádiz continúa con protestas a la espera de lograr un nuevo convenio

Manifestación en Cádiz por los trabajadores del sector del metal (noviembre de 2021).
Imagen:
UGT FICA.

  • Los sindicatos iniciaron una huelga indefinida el pasado 16 de noviembre
  • El debate sobre el poder adquisitivo es el eje sobre el que gira el acuerdo entre sindicatos y patronal

Los trabajadores del sector siderometalúrgico de Cádiz continúan con las jornadas de huelga tras su inicio el pasado martes, 16 de noviembre. Los operarios salieron a las calles a protestar ante la falta de acuerdo entre sindicatos y patronal para la firma de un nuevo convenio colectivo.

Hoy, 20 de noviembre, los obreros se han manifestado por la mañana en el municipio de San Fernando y han cortado el acceso al Puente del Hierro y a la carretera del Arsenal. Así, pretenden impedir los preparativos para iniciar las labores de prueba de una corbeta saudí el próximo lunes.

Ya son cinco días consecutivos de huelga en la provincia gaditana. La Federación de Industria, Construcción y Agro de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT FICA), Comisiones Obreras (CCOO) y la Confederación General del Trabajo (CGT) son los convocantes de estas jornadas de paro.

Estos sindicatos representan a los cerca de 25.000 trabajadores del sector del metal de la provincia andaluza, especialmente, a los de pequeñas y medianas empresas (pymes), que actúan como entidades auxiliares y cuyos empleados sufren peores condiciones laborales. No obstante, obreros de las principales factorías, como Dragados, Airbus, Navantia, Alestis o Acerinox, también han secundado las protestas, aunque ellos disponen de convenio propio.

 

Las negociaciones se estancan
En el lado contrario de las negociaciones se encuentra la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (FEMCA), que representa a las entidades comerciales relacionadas con el sector naval, industrias del metal y de la automoción en cuestiones de negociación colectiva.

Así, patronal (FEMCA) y sindicatos (UGT y CCOO) se han reunido varias veces para intentar llegar a un acuerdo respecto a un nuevo convenio colectivo, pues el actual lleva caducado desde el 31 de diciembre de 2020.

El pasado jueves, 18 de noviembre, tuvo lugar la última mesa de diálogo entre ambos en la sede del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) de Sevilla. Sin embargo, ambas posturas no parecen acercarse y chocan en términos del mantenimiento del poder adquisitivo y de la duración del nuevo pacto, entre otras cuestiones.

Los sindicatos reclaman que se produzca una subida de salarios acorde con el incremento del Índice de Precios de Consumo (IPC), que se encarga de medir la inflación, es decir, el nivel general de precios.

De esta forma, se evitaría perder poder adquisitivo por un aumento en el coste de vida. Y es que el IPC adelantado ha crecido un 5,5 % respecto al año pasado, lo que perjudica a la renta de los obreros.

Por tanto, la propuesta de los trabajadores es una subida del salario en un 2 % este año, un 2,5 % en 2022 y un 3 % en 2023, con un reequilibrio anual entre el IPC y la subida de los salarios en favor del segundo para evitar pérdidas.

Asimismo, pretenden reducir la jornada laboral cuatro horas anuales y renegociar los pluses de penosidad, toxicidad y peligrosidad. Aparte, pretenden que la duración del convenio sea de uno o dos años máximo “para garantizar que se negocien también otras reivindicaciones dentro de la plataforma”, tal y como aseguran a Newtral.

Por su parte, la FEMCA propone una subida fija del 2 % cada año hasta 2023, pero devolviendo la diferencia entre el IPC y los salarios al término del tercer año. Tampoco están de acuerdo con establecer un convenio laboral a corto plazo y abogan por una duración de tres o cuatro años.

No obstante, el secretario general de UGT FICA de Cádiz, Antonio Montoro, cree que la alta eventualidad de estos puestos de trabajo, es decir, contratos con una duración limitada, supondría un escollo para los trabajadores a la hora de reclamar ese dinero años más tarde.

Desde la empresa afirman que las condiciones de los sindicatos “conllevarían la desaparición de la industria gaditana”. También justifican su punto de vista en los salarios de los peones industriales, (12,16 euros la hora), el segundo más alto de toda España en el sector.

Ambas partes se han acusado mutuamente de inmovilismo, aunque están dispuestas a sentarse a negociar de nuevo para solucionar el conflicto.

 

Las jornadas de huelga general
Las discrepancias entre los sindicatos y patronal no es nueva, pues ya llevan un par de meses en esta situación. Todo ello derivó en la convocatoria de dos días de paro, el 9 y 10 de diciembre, y en un posterior inicio de la huelga indefinida.

Las protestas se iniciaron con piquetes informativos, con el fin de promover la huelga entre los trabajadores. No obstante, los siguientes días se produjeron movilizaciones más intensas, aunque mayoritariamente pacíficas, con fogatas de neumáticos, protestas frente a las industrias y cortes de carreteras para visibilizar el movimiento. Aun así, se ha respetado el paso de unidades de emergencia como ambulancias.

El propio alcalde de Cádiz, José María González Santos (‘Kichi’, como se le conoce allí), quiso mostrar presencialmente su apoyo a los astilleros de la zona: “Somos obreros, no delincuentes. Obreros que lo único que defienden es el pan de su casa y la dignidad de su persona y trabajo”.

Ayer, 19 de noviembre, se vivió tensión en las protestas. Los huelguistas recorrieron a pie las calles de la ciudad y trataron de cortar el tráfico del Puente de la Constitución de 1812, que cruza la bahía de Cádiz. La policía reprimió el intento de obstrucción con pelotas de goma, que tuvieron su respuesta con el lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes.

Durante los próximos días y de cara a la semana siguiente, se esperan nuevas protestas para continuar con la huelga indefinida. Todo ello a expensas de firmar un acuerdo entre sindicatos y patronal, que no se reúnen desde el pasado jueves, 18 de noviembre.

 


Venancio Sánchez-Cambronero. Jefe de redacción adjunto.

“El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a esconderse”. Ryszard Kapuściński

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